La idea
que rompió el molde
Genny™ es una silla de ruedas eléctrica fruto de la intuición de Paolo Badano, empresario, que desde hace más de veinte años usa silla de ruedas a causa de un accidente de tráfico. Durante años Paolo se esforzó por mejorar su movilidad diaria, pero no encontró nada que se saliera de los esquemas tradicionales. La silla de cuatro ruedas no sólo aparecía limitada y poco estética, sino que también tenía una tecnología claramente obsoleta.
En 2009 fue cautivado por el Segway® PT, un medio de transporte personal de dos ruedas con autoequilibrio creado por Dean Kamen y producido por Segway Inc., cuyo sistema de estabilización dinámica requiere que el usuario esté de pie. A Paolo se le ocurrió que podría poner esa tecnología a disposición de la gente sentada, definición que Paolo usa a menudo para definir la discapacidad motora. Así nació Genny™, su primer proyecto ambicioso, que tenía como condición primordial la de garantizar la seguridad del usuario.
Durante más de dos años Paolo trabajó en esta nueva tecnología, tratando de superar con determinación los problemas que surgían en cada paso. Su decisión de utilizar la tecnología del Segway y aprovechar la experiencia de diseñadores de fama mundial en el ámbito de la robótica, ha marcado la diferencia llevando el proyecto a un éxito indiscutible y logrando crear la primera silla en el mundo sobre dos ruedas con autoequilibrio.
Hoy Genny™ es una realidad consolidada gracias a un acuerdo oficial de colaboración con Segway Inc. Con su avanzada tecnología, Genny™ ha roto el molde definitivamente, llevándose por delante las barreras arquitectónicas y psicológicas.
Genny™, además de funcional, es también elegante gracias a su estética y diseño. Uno de los objetivos que Paolo estableció desde el principio de su aventura fue el de forjar un concepto totalmente nuevo y ambicioso, asociando la palabra diseño al término discapacidad. El diseño de Genny™ pretende cambiar el foco de atención de las personas, para apartarlo del problema de la movilidad reducida y dirigirlo hacia el encanto del medio utilizado. Junto con la autonomía, esta nueva interpretación puede ser crucial en el complicado camino de la integración de la discapacidad.